lunes, 17 de agosto de 2009

Kenia - Día 2: Nairobi - Aberdare




Amanecimos en casa de nuestra amiga y pronto llamamos a Glory Safaris para que nos recogieran y llevaran al Parque Nacional de Aberdare. Nos vinieron a recoger a eso de las 8 de la mañana y tras un breve paso por la oficina para pagar, nos dirigimos en un Jeep hacia el Parque. El Jeep era de los que se abria por arriba y te permitia levantarte y hacer fotos através del mirador del techo, la verdad es que estaba muy chulo y pudimos disfrutarlo mucho durante nuestra visita al Parque.





El Parque de Aberdare es distinto a los otros parques en los que estuvimos ya que más que una Sabana como los otros era un poco más selvático un bosque frondoso donde además había una gran selva de bambú. En este parque se veían animales aunque no tanto como en otros pero lo que si que merecia la pena era ver los paisajes y las cataratas que había, que a pesar de estar en una época seca eran bastante bonitas.



Nuestra visita al parque fué muy aprovechada, estuvimos de Drive Games hasta la hora de comer donde hicimos un parón para dejar las cosas en lo que seria nuestro hogar durante esa noche, un campamento de Bandas (Bandas = Cabañas de madera) que se llamaba Tusk y que estaba dentro del Parque Nacional. El campamento era decente tenía una cocina con camping-gas, un salon que era lo mejor de todo ya que tenía una chiumenea que de noche lo hacía muy acogedor y 3 o 4 cabañas de las cuales solo estaba ocupada la nuestra, eramos los únicos en el campamento lo cual vino muy bien ya que no tuvimos que compartir el baño con nadie.



Por la tarde seguimos de Game Drives y fuimos en busca de las Cascadas del parque que la verdad aunque no eran espectacularmente grandes si que tenian unos espectaculares emplazamientos. Lamentablemente para nosotros sobre las 17:30 de la tarde la niebla empezó a ser cada vez más densa hasta el punto que al ir a la tercera cascada no podíamos ver más allá de un metro y tuvimos que volver al campamente por los caminos completamente a ciegas lo cual fue una experiencia como poco excitante!



A las 19 de la tarde llegamos al campamento y decidimos darnos una ducha, todo un espectáculo ya que teníamos que andar unos 100 metros desde nuestra cabaña hasta la ducha en plena noche y con los "animalitos" andando libremente por nuestros alrededores. Nuestra única iluminación era el frontal que llevabamos en la cabeza una linterna LED de dinamo y una lampara de gas que había en nuestra habitación y con eso tuvimos que alumbrarnos no solo el camino, sino que en la ducha también. Tras darnos una ducha en la penumbra volvimos corriendo hacia la habitación acongojados (por no decir acojonados) por haber visto un matorral moviendose sospechosamente. Tras el susto y la carrera que nos hizo entrar en calor nos dirijimos a cenar la pasta china que teníamos guardada para la cena y tras comernosla junto con el salchichón que sobró de la comida nos fuimos a dormir ya que al día siguiente teníamos que madrugar nuevamente para volver a Nairobi y encontrarnos allí con nuestros amigos que estaban en la playa.

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