Al día siguiente decidimos ir al orfanato de animales ya que habíamos recibido el soplo de que habían nacido dos gueparditos y se les podía ir a visitar, y acariciar...
La verdad es que el orfanato estaba situado al otro extremo de la ciudad y el taxi lo pagamos bien... y la verdad es que tras unos safaris increíbles... ver animales en jaulas no es una buena idea, además los gueparditos los pudimos ver de lejos pero ni de coña los pudimos tocar lo cual fue una desilusión para todos.
Tras la desilusión del orfanato decidimos ir a ver la zona de Nairobi que lleva el nombre de Karen Blixen (en honor a la que escribió "Out of Africa" (Memorias de África)). El barrio era un barrio bien y podías ver casas de colonos británicos a los que ahora llaman "Kenyan Cowboys". Tras ver unas cuantas casa coloniales y ver la casa donde vivió Karen y donde se grabó la película, decidimos ir a comer a un restaurante que tenía una peculiaridad.
Esta peculiaridad era que se dedicaban a producir múltiples objetos de colores todos ellos reciclados. La verdad es que eran muy bonitos, pero el precio era desorbitado. Todo esto del reciclaje y la producción de cosas surgía según cuentan de que la marea traé mucha cantidad de chanclas de estas de poliespán que tenemos todos y ellos las cogen del mar, la pegan y moldean elefantes, rinocerontes, coches, aviones... todo lo que se les ocurra.
En este sitio comimos plácidamente y echamos la tarde, ya que era domingo y no había nada que hacer ya que todo estaba cerrado.
Tras esto fuimos al centro comercial a comprar provisiones para cenar y alguna que otra cosa, y nos fuimos a casa donde Mateo (uno de los italianos que casi muere en el Kilimanjaro y que es profesor de matemáticas) nos estaba preparando unos macarrones a la bolognesa con berenjena (los cuales llevaron 4 horas de elaboración). Muchas horas después y media botella de Ron Safari después los Macarrones ( o como dirían algunos, los espaguetis a la menos uno) estaban preparados y listos para comer!
Entre risas y anécdotas disfrutamos de la que sería nuestra última comida en Kenia ya que esa misma noche a las 00:00 teníamos que ir al Aeropuerto.
La despedida fué triste pero... todos sabíamos que iba a llegar... y Maina llegó puntual a por nosotros y tuvimos que partir.
En el Aeropuerto y tras facturar, despedirnos de Laura y pasar el control de pasaportes, estuvimos esperando el avión jugando al Cuidadelas mientras la gente nos hacía fotos... tras 8 maravillosos días de Safari por Kenia, nosotros nos habíamos convertido de nuevo en los fotografiados.
Así acabó nuestro viaje, recomiendo a todo el mundo que viaje por aquellas maravillosas tierras y disfrute de la experiencia tanto como nosotros... a la vuelta, volver a la rutina, trabajar, estudiar, ver a la familia... y recordad nuestras experiencia de la mejor forma posible... con fotos increibles, memorias de África y el rey león!
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