César no había estado nunca en Berlín, por lo que debíamos llevarle a ver todo lo posible. Hasta ese día no habíamos pagado el tren o el metro ni una sola vez, porque no habíamos tenido la suerte de encontrarnos con ningún revisor. Al parecer en Berlín pasan poco. Siguiendo un poco el formato "clásico" de los trenes, tanto en el U-Bahn como en el S-Bahn requieren validar el ticket en el andén y el eventualmente pasa un revisor a comprobar que has picado el billete. A mi me parece primitivo. Mónica nos advirtió del carácter de los revisores y que salddríamos a 40€ de ulta por barba si nos cazaban sin billete, por lo que no pagar dejó de ser tan buena idea. Todos los viajes hay una frase que cada miembro del equipo corona y le identifica, en mi caso, en Berlin 09, esta frase era "¿esta vez picamos?" en referencia a la validación del billete del U-Bahn/S-Bahn. Como estábamos muy cerca del centro, el viernes lo hicimos casi todo a pie: Sony Centre, Puerta de Brandenburgo, Reichstag, Checkpoint Charlie y Museo Judío. Por la noche descubrimos lo buena que estaba la dependienta del Café Einstein (al lado del Checkpoint Charlie), que no hablaba inglés (y si me apuras ni alemán), y nos costó mucho abandonar ese café (tomamos Weissbier, que es la cerveza de trigo alemana con tan buena fama y sabor).
Totalmente recomendado.
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